viernes, 17 de febrero de 2012

17-02-12



















17-02-12

El futuro se escribe con nombre de perro.

Perros entre las sábanas
y perros en el porche.
Perros cuya vida dan título a mis décadas.
Perros cuyo amor de origen
la prostitución emocional no entiende.

Todavía no les conozco.

Perros que aúllen con el quejido agudo.
Miradas antiguas, amor latente,
por encima de mí y de mi desorden.
Perros que den huella de permanencia
sobre un corazón mutable.

Perros.
Sólo quiero perros.
Perros libres, sin profesión ni oficio,
sin jaulas ni obediencia.
Perros sin proxeneta.

Y entre ellos,
más perros.
Sin patas ni rabo;
pero perros.

(RCZ, 17-02-12)

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